lunes, 1 de junio de 2015

Viaje a Plutón, parte 1: El inicio

Para empezar a conocer como se gesto esta gran misión remontémonos a las bases que hacen posible este viaje. 

Hace algunas décadas en los años 60 del siglo XX la humanidad miraba al cielo y pensaba: “Hasta que planeta viajaríamos”, las recientes proezas espaciales de soviéticos y norteamericanos hacían soñar con un sistema solar alcance de nuestras sondas espaciales y astronautas.



Solo los técnicos de las respectivas agencias espaciales conocían el real panorama. Enviar una sonda no tripulada (ni hablar de tripulada, eso es otro tema) más allá del planeta Marte era un empresa demasiada complicada. Esto debido a la incapacidad de nuestra tecnología para vencer la atracción gravitatoria del Sol. El regente del sistema solar.

El Sol ejerce una poderosa atracción sobre todos los planetas y para vencerla necesitamos una fuerza de escape mucho mayor que la que necesitamos para ir a lugares relativamente cercanos como la Luna o Venus. Con la capacidad de los cohetes de esa época (que no ha sido superada actualmente) se necesitarían casi 4 décadas para llegar a Jupiter. Si se hubieran aventurado en 1961 a enviar una nave espacial a aquel planeta o a Saturno (que esta casi al doble de distancia) recién estaría llegando por estos años. Increíble pero cierto.

¿Como entonces hemos llegado a estos distantes planetas y ahora estamos alcanzado Plutón?.

La respuesta es:

ASISTENCIA GRAVITATORIA

Si te preguntas: ¿Que “michi” es eso?… pasare a dar una pequeña explicación.

Imaginate levantando una objeto pesado (de lo que sea) y lanzándola lejos. Si lo intentas con las manos te causara mucho esfuerzo, es lo normal, pero si das varias vueltas conseguirás un impulso que enviara al objeto mucho más lejos y más rápido. 

Aplicando esta idea, con mucho esfuerzo un cohete pone en órbita un satélite, y se requeriría mucha más fuerza para enviarlo a mundos distantes. Esto se soluciona impulsándolo usando la gravedad de otros mundos como Venus. Haciendo pasar la órbita de la sonda junto al planeta se logra aumentar impulso y catapultar la sonda hasta Jupiter sin un costo de combustible adicional y en un tiempo de solo unos años. ¡Genial!. Eso es la “Asistencia Gravitatoria”.

Al primero que se le ocurrió esta gran idea fue al Michael Minovitch, que en 1961 era un estudiante de 25 años. Usando la más poderosa computadora de la época logro resolver esos complicados cálculos. Hasta ese entonces nadie había  solucionado lo complicado que era conocer la influencia gravitatoria de dos cuerpos planetarios sobre un tercero que viajara entre ellos. Michael lo había conseguido y sabia que podríamos enviar una sonda espacial al sistema solar exterior con ello.

Si has captado la idea de la “Asistencia Gravitatoria” es necesario que los planetas se encuentren en determinadas posiciones para que esto funcione. Jupiter tienen que estar en el lugar correcto en el momento correcto para que una sonda lanzada desde Venus llegue a alcanzarlo.

¿Y por qué no más allá?…. Imaginate que por casualidades de la vida al pasar la sonda por Jupiter este (que es el fortachón gravitatorio del sistema solar) la impulse mucho más lejos y que este por ahí este pasando alegremente Saturno… ¡Golazo!. ¡Dos planetas de un solo tiro!.

Y seamos más soñadores… que Saturno lo lance a Urano.. !Wauuuu!.. ¡Estupendo!.
Y seamos más locos…. ¡Y QUE URANO LA LANCE A NEPTUNO….!.

Algo como ello podría provocar un orgasmo múltiple a cualquier fan de la astronomía. Más aun cuando a inicios de los años 60 cuando aun no habíamos llegado a la Luna. Bueno, soñar no cuesta nada. Ojalá la realidad fuera así…. 

O quizás lo sea…

“CASUALIDAD” COSMICA

En 1965 Gary Flandro ingeniero espacial de la Nasa utilizo esta idea para saber si se podían realizar un viaje a los planetas del sistema solar exterior. Y la locura salto.

En 1977 los 4 planetas Jupiter, Saturno, Urano y Neptuno se alinearan de tal forma que permitiría a una nave espacial visitarlos de corrido. Solo quedaban 12 años para planificar una misión histórica Ya que una situación así no se repetiría hasta (OJO) 176 años después. 

La Nasa estaba con toda su atención en el proyecto Apolo, así que se recién en en 1970 y con presión presidencial de por medio se aprobó la misión que luego seria conocida como las naves viajero. Las legendarias Voyager I y la Voyager II.

Gracias a estas sondas y a estos cálculos matemáticos visitamos por única vez los mundos de Urano y Neptuno —Plutón no estaba alineado y quedo sin ser visitado— Luego seria la Voyager I el primer artefacto hechos por el hombre en entrar al espacio interestelar. Cada una de ellas lleva una placa con grabaciones y mensajes pensados para ser recibidos por una hipotética civilización extraterrestre.

NEW HORIZONS

Hoy esperamos que en julio de 2015 que la sonda New Horizons llegue a este noveno planeta (como era considerado el día que se planeo la misión) y ponga punto final la primera etapa de la exploración del sistema solar. Un viaje que seria imposible sin los complicados cálculos matemáticos que llevaron a esta sonda a sobrevolar Jupiter quien finalmente es el responsable de lanzarla a Plutón y de ahí a las estrellas.

Hernán Villalta Blog​

Vive la ciencia, cuestiona todo.